Rubén Olmos talks to Radio Formula Quintana Roo about the current state of the bilateral relationship between Mexico and the United States.
“In 16 years living in the US capital, I have never felt the level of intensity in the bilateral relationship between Mexico and the United States that we have felt since the arrival of Donald Trump to the White House.”
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A lo largo de las últimas semanas hemos venido analizando con detenimiento el estado que guarda la relación bilateral con Estados Unidos. La realidad es que en los 16 años que llevo viviendo en la capital de los Estados Unidos, nunca había sentido este nivel de intensidad como la que hemos sido sujetos desde el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca.
La relación bilateral entre México y Estados Unidos es por mucho la relación más compleja, viva, cercana, audaz y poderosa entre dos países vecinos. Aún con un Presidente que a lo largo de su campañna se dedicó a usar a México como su piñata favorita, el nivel de la relación sigue intacta y aún con mayores retos en medio de la circunstancia compleja e incierta de cara a la elección presidencial de julio en México.
Los acuerdos de colaboración en materia de competitividad y eficiencia fronteriza y segurida signados esta semana entre los titulares de seguridad interna, demuestran una vez más la importancia geo-estratégica de México en el contexto de América del Norte. Es decir, lo que más le interesa a EUA más allá de la retórica ante TLCAN es tener el perímetro fronterizo seguro de armas, narcóticos y terroristas y eficiente el comercio bilateral entre los dos países. No es poca cosa que más de 20 estados de la Unión Américana tengan a México como su primer o segundo socio comercial. No olvidemos también que más de 7 milliones de empleos dependen de empresas mexicanas que generan estos empleos.
Los retos siguen ahí. La dupla John Bolton al frente del Consejo de Seguridad Nacional de La Casa Blanca y Mike Pompeo al frente del Departamento de estado auguran tiempos complejos en manos de dos ultraconservadores que llegan con la encomienda de endurecer la política hacia América Latina.
Los eventuales cambios en México y un nuevo gobierno a partir de la elección de julio marcaran también el inicio de una nueva etapa de nuestra relación bilateral.
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