Escucha el comentario editorial de Rubén Olmos aquí

Empieza el conteo y resumen de los grandes temas del 2017. El análisis obligado de lo que fue noticia y la oportunidad de hacer un análisis en prospectiva sobre lo que será el 2018. Quiero enfocarme en hablar de un tema que ha sacudido al mundo entero y a las organizaciones que conforman el enramado institucional global, me refiero al manejo de la política exterior del Presidente Trump. 

Estados Unidos ha sido desde el fin de la Guerra Fría el actor preponderante en las grandes decisiones globales, el que mueve, arma, desarma y el que ha guiado el manejo de los grandes temas. Sin embargo, a lo largo de los últimos 10 años, surgieron actores globales importantes (buenos y malos) que empezaron a hacerle sombra al país más poderoso del mundo. Me refiero al cambio radical que ha tenido China en cuestión económica y militar, sobre todo que busca ser un actor global. Por otra parte, el terrorismo y sus diferentes modalidades; el mismo internet, espacio infinito para los llamados hackers quienes pueden llegar a destruir el sistema financiero de un país; las redes sociales que pueden derrocar un gobierno. 

Aún cuando Estados Unidos continúe lidereando en materia económica y militar, los grandes retos que enfrentamos en esta época han orillado al enramado institucional global a buscar diferentes espacios de entendimiento en donde ya no necesariamente participa Estados Unidos, especialmente con como la administración de Trump ve el mundo. 

Trump fue exitoso en la campaña, entre otros, porque apelo a un electorado que estaba en contra del multilateralismo impulsado por Obama y Bush; Trump habló de sellar las fronteras; de expulsar a los ilegales y de salirse de los tratados de libre comercio, todos temas de aquella política exterior de los 90’s en donde la voz cantante la llevaba Estados Unidos. 

Vivimos tiempos complejos, de cambios y de peligros nucleares, habremos entonces de acostumbrarnos a convivir en este ambiente incierto.