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La salida repentina de Rex Tillerson como Secretario de Estado de los Estados Unidos cayo como balde de agua fría en círculos diplomáticos aquí en Washington y en otras capitales. Y no tanto por el porqué de su salida, era un secreto a voces que su relación con el Presidente Trump era fría, distante y controversial. La manera como lo corrió el Presidente (via Twitter) y sin previo aviso, demuestra una vez más la manera de cómo opera el Presidente y como premia a todo aquel no la contradice, prefiere tener gente inexperta que no lo contradiga. La salida de Tillerson es mala noticia para México y hasta cierto punto y dada la cadena de posibles cambios y áreas acéfalas en el departamento de estado también afecta indirectamente a Quintana Roo.
Rex Tillerson acepto el cargo de Secretario de Estado dejando un atrás una carrera que lo llevo a ser Presidente y CEO de la empresa más poderosa del mundo, Exxon Mobil. La idea de Trump de invitarlo al gabinete fue para meter a un empresario petrolero prominente a manejas la diplomacia estadoúnidense, por lo vista fracaso. Tillerson fue aliado de México defensor del TLCAN y hasta cierto punto neutra en temas ágidos com osin cooperación en materia de seguridad y migración.
Reemplazará a Tillerson un duro, conservdor Mike Pompeo, hoy día Director de la CIA, ex legislador republicano perteneciente al grupo de derecha “Tea Party” Pompeo se decantó por Trump desde el principio de las primarias lo cual desde entonces le mereció respecto y cercanía del hoy Presidente. No es poca cosa pasar de Director de la CIA a Secretario de Estado de una administración.
Debajo del Secretario de Estado hay una Subsecretaria para la región, la cual hasta el día de hoy sigue acéfala, aunado a lo anterior se anuncia la llegada de un nuevo Embajador de EUA a México de corte conservador y con una línea muy dura en lo que respecta a seguridad y derechos humanos. Ante este escenario es previsible que la revisión e implementación de las alerta de viaje siga bajo una lógica de endurecimiento ante brotes de inseguridad y incidentes. Ante ello es fundamental continuar con implementación de estrategias de seugirdad en áreas turísticas aunado a campanas mediatices positivas para hablar bien del destino. Esta estrategia de comunicación seguirá aparejada a la de cabildeo directo con las nuevas autoridades del departamento de estado.